Últimamente, veo muchos debates acerca de la utilidad de estar en redes sociales, de si realmente es necesario, de qué ROI tiene frente a otros medios, de la influencia real de las redes sociales,etc. Es un debate que se da entre profesionales de la comunicación y el marketing, seguramente generado a partir de las dudas de algún cliente. De hecho, yo ya me he encontrado con la pregunta de “Pero esto, ¿realmente es necesario? A mi me parece una moda que va a pasar…”.
Pues siento decir que no, que no es una moda. Y que no, no va a pasar. Está claro que no hay que sobredimensionarlo. Pero tampoco hay que infravalorarlo.
Las redes sociales están conformando una nueva forma de comunicarse con el consumidor, pero sobretodo, una nueva forma para el consumidor para expresarse: entre consumidores, con la marca, con clientes potenciales, etc. Y esto está generando un cambio en las empresas, no sólo en forma de comunicarse, sino en la forma de ser: ahora no queda más remedio que ser transparente, no queda otra que cumplir con lo que se propone, atender al consumidor, escucharle y contestarle, ser respetuoso con el medio ambiente y con la sociedad. Pero no en formato anuncio o con green-washing. Ahora hay que ser, además de parecer.
Porque internet se ha convertido en la máquina de la verdad , en el mentidero de las marcas, en el sitio donde se acaba desenmascarando a las marcas que generan “overpromises”, donde se castiga las acciones que no respetan el medio ambiente, las normas laborales o las demandas de la sociedad. El sitio donde el consumidor ha tomado el mando.
Así que, al final, las marcas no pueden elegir si estar o no estar en redes sociales. Porque estar, están. Otra cosa es decidir si quieren saber cómo están, si quieren intentar controlar la forma de estar, si quieren intentar cambiar o potenciar la forma de estar. Pero repito: estar, están.